Los veterinarios cumplen su función más reconocida: la salud de los animales de compañía y los de producción. Es una tarea fundamental que se puede resumir en una sola palabra: bienestar animal.
Las clínicas veterinarias promueven la armonía, el afecto, el cariño y la necesidad de protección entre propietario y mascota en una época cada vez más sensibilizada hacia el respeto a los animales. El veterinario clínico de pequeños animales se convierte en una figura esencial en la vida de las personas.
El bienestar animal es más preciso cuando hablamos de animales de producción. El veterinario ha contribuido durante años a promover este estado de bienestar, preocupado por evitar el dolor, el hambre, la sed, las enfermedades y el sufrimiento psíquico del ganado que está destinado a la producción alimentaria.
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